Tras mi primer día en Eindhoven las impresiones no son malas.
Ayer me instale en el hostal donde voy a estar toda la semana. Es la casa de un matrimonio que ha hecho toda la planta de arriba de habitaciones; la verdad que la mujer es maja: tiene muchos gatos. No esta del todo mal. Por la noche me fuí a comprar un kebab para cenar y de camino me entró un gayer indonesio bastante asqueroso y cienes y cienes de tunantes. Resulta que este finde ha sido el tunafestival en Eindhoven (www.tunafestival.nl) y a pesar del nombre no va de atunes sino de tuneros, cientos y cientos de tunantes han rondado sin descanso durante un fin de semana a las bellas mujeres de esta ciudad con solera. En fín, todo muy triste.
Hoy he empezado el curso de formación, bastate aburrido porque es todo teoría. Estamos tres holandeses, de estos freaks de star wars y todo eso, y tres españoles que parecen más normales y que ya llevan aquí bastante tiempo. Por cierto que mañana ya tengo dos visitas a pisos, así que a final de semana espero mandaros una dirección de contacto y todo eso.
5 comentarios:
tanto tuno y tan pocas balas. la proxima vez que sueñes conmigo... por favor, braguitas rosas
llegar a eindohoven y caer en un festival de tunos... si es que...
Pero qué manía os ha dado a todos ahora de iros pa tierras lejanas...
A mi la mania ya me dio hace unos años... estos sin personalidad que me imitan.
Me gustan los pioneros, sí señor.
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