20 diciembre 2006

Llegó el frio

Pues ya se terminaron las vacaciones, sólo fueron cuatro días, pero estuvieron bastante bien. Hagamos un fugaz repaso:

Viernes 15
Me voy con Sonia y Dani a Limburg, región del sur de Holanda, crisol de culturas y encrucijada de caminos. Aquí se juntan Alemania, Bélgica y Holanda; una región con tres lenguas diferentes y tres ciudades que sobresalen: Maastricht, Liege y Aachen. Durante el día paseo por Maastricht, cerveza en Bélgica y vino caliente en Alemania.
De vuelta a casa una reflexión: ¿Por qué Eindhoven no tiene mercado de navidad?

Sábado 16
Viaje a Madrid por la mañana. Al igual que Juan Pablo II besaba la tierra donde pisaba, yo cuando llego a España tengo la costumbre de tomarme un chocolate con churros.
El motivo de mi viaje es por el cumpleaño (1) de mi sobri, ¡que ya sabe andar! Así que una hora después de los churros nos vamos a comer al tapelia: arroz a tutiplen que está bien rico, pero unido a los churros me provoca una modorra que me dura hasta la noche. No ceno. Por la noche Wheelans con Dani y Paco.

Domingo 17
Tras madrugar para ver la casita que se ha hecho mi progenitor en un pueblo perdido de Guadalajara (que por cierto ha quedado muy bonita), vuelvo a Alcalá para disfrutar de un domingo como dios manda: amigos, cerveza, tapas y pacharanes. Disfrute con Rubén de la contundente victoria del Atlético sobre el potente Getafe por 1 a 0. Hacer la mochila y a dormir.

Lunes 18
Madrugón para coger el avión que sale a las 6:30. A las 4:00 llega mi prima Dulce para llevarme. En el avión encuentro algunos holandeses borrachos de empalmada. Los horarios del vuelo fomentan estas cosas.
Según llego a Eindhoven me encuentro con Sonia en el aeropuerto, ella se vuelve en el avión en el que yo he venido. La comunicación por signos no termina de funcionar.
Llego a casa y me encuentro con mi vecino, el que lee la biblia en hebreo y griego, andando sin rumbo. Me dice que lleva toda la noche sin dormir paseando, que esta buscando una pregunta; yo le pregunto que si me puede abrir la puerta. Acepta gustoso. Tal vez haya solucionada su vida.
Tras unas horas de buen dormir, vuelven Araceli y Javi de Bélgica. Café y cerveza en Den Bosch, en un bar que merece salir en las guías. Cena pija y a casita a dormir.

Ayer volví al curro, estos cuatro días me habían parecido dos semanas por su intensidad, así que la vuelta fue dura. Que sorpresa al llegar, por estar de vacaciones no habían dejado de asignarme trabajo. En fín, que no paré, en toda la tarde no pude jugar al tribalwars, ni escribir el blog, ni nada. Menos mal que me dieron la cesta de navidad...¡Qué detalle!... ¿Qué será, que será?... ¿Parece...?¿Una botella de agua con gas? Si, si... ni vino, ni croquetas, ni salchichas... agua con gas. Para que nos peguemos unas navidades sin excesos.
¿Qué pasaría en España si una empresa regalara agua con gas a sus empleados? Seguro que se manifestaría más gente que si hubiera un recorte de plantilla de 50000 empleados. Y siguiendo con las hipótesis ¿qué pasaría en España si en el telediario dicen que Cataluña y País Vasco se separan (como en Bélgica)?

Por cierto, hoy ha llegado el frio, dos bajo cero. Y al levantarme no hay electricidad en mi casa, lo cual lleva a que no hay agua caliente en mi casa. La dicotomia ducharme con agua fría o ir al trabajo sin ducharme la resuelvo pronto. Me voy al curro en bici con niebla constante. Es Navidad.

1 comentario:

Canichu, el espía del bar dijo...

agua con gas en lugar del bote de piña colada de siempre, ¿qué más puedes pedir?