02 mayo 2009

Entrevinos

Sin querer enterarnos de que Iowa no es California, los Gutierrez Martinez y Jessica (amiga intima del batu) intentamos emular a los protagonistas de "Sideways" e irnos dos días de vinos.


Por raro que parezca en Iowa se cultiva vino y, aunque hay muchas cosas en las que Iowa no destaca, no os dejéis confundir: el vino es una de ellas, es mediocre. Aunque no deja de ser meritorio que se intente cultivar algo que no sea ni maiz ni soja.

Aprovechamos el Western Iowa Wine Trail, que por 20 dolares ofrece vino y comida en las siete bodegas que se encuentran en el oeste de Iowa. Se ve que en cada ocasión (hay dos al año) eligen un tema para la comida, y este año era el cinco de mayo, fiesta mejicana muy celebrada en Estados Unidos, pero que no deja de ser un día más de vacaciones al sur del río Grande.

Los vinos en sí, de malos a reguleros, y es que con estos inviernos tan fríos no hay muchas variedades de uva que aguanten. A los tintos (De Chaunac), le meten un sabor ahumado que los convierte en inbebibles, lo cual es normal para ellos ya que pega con el sabor barbacoa. Lo que si tienen aceptables son vinos dulces, tipo Riesling o Gewurtztraminer aleman.

Paula se lo pasó pirata arrancando el cesped, Paloma aguantó sobria casi tres sorbos y al final terminamos comprando alguna que otra botella, más por lastima que por el sabor del vino. Ya veremos a quien se la colamos como souvenir de Iowa.

3 comentarios:

Neotit dijo...

Ya se echaban de menos noticias vuestras. Paula esta preciosa!!
Espero que nos amos en verano al menos algunos dias. UN ABRAZO

Canichu, el espía del bar dijo...

aunque tengan vino os faltan las patatas fritas con mejillones. Edúcales.

Mister Gutiérrez dijo...

A partir del 15 de junio estaremos por ahi, a caballo entre Madrid y Asturias.
Tambien teniamos pensado ir unos dias a Holanda.