18 agosto 2009

En casita

Parece que empecé ayer las vacaciones y ya estamos otra vez en Clarinda a punto de trabajar.

Me alegró mucho veros a muchos aunque este verano me he quedado a mucha gente sin ver. El año que viene lo volveremos a intentar.

El viaje bien: desde que salí de la casa de mis padres hasta que llegue a la mia sólo transcurrieron 39 horas. El avión de Amsterdam a Minneapolis se retrasó, así que nos quedamos tirados (y van tres veces seguidas) en la ciudad que vió nacer al artista anteriormente conocido como Prince. Dietas y estancia a cuenta de KLM / Northwest, pero viendo el hotel se ve que no pagan mucho.

En Amsterdam me entró morriña de cuando vivía allí, y es que o lo tengo idealizado o todo es muy guay allí. Por ejemplo, en el aeropuerto hay un "Baby Lounge" que parece un chill out justo debajo del museo, una habitación enorme con luz tenue donde hay cunas, bañeras, microondas, etc...

Y fue llegar a casa (gracias Raf) y empezar las penurias: no funciona ni el teléfono, ni la tele, ni internet, ni el coche, ni el agua... Gracias a la ingenua inocencia de algún vecino tenemos internet, el resto ya se arreglará.

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