10 diciembre 2009

¿Y cómo es vivir en Siberia?

Este jueves he vuelto a tener el día libre, el tercero seguido, a causa de la tormenta que ha pasado por el medio oeste, por lo visto la más grande de los últimos 38 años. El lunes y el martes nevó mucho, el martes y el miércoles hizo ventisca y, finalmente, el miercoles y el jueves mucho frío.

Hoy jueves me tuve que levantar pronto para mover el coche de sitio ya que iban a quitar la nieve de la plaza. Advierta el lector que la nieve requiere más de 0ºC para derretirse, temperatura que la madre naturaleza no nos suele otorgar en invierno, así que son las manos del hombre las que tienen que retirar la nieve. Miré por la ventana y hacía sol, pero no me dejé engañar y me cubrí como una cebolla; salí a la calle e inspiré una bocanada de aire que, ironias de la vida, parecía que quemaba mis pulmones; miré al luminoso del banco y ... Para los que no estáis habituado al sencillo y racional sistema métrico inglés, 5 º F son -24 º C.

Alguien me dijo hace tiempo que por debajo de 0º da igual el frío que haga, es mucho frío y ya está. Entonces me pareció algo con sentido, ahora una gilipollez. Sí, se notan.

Tras quince minutos quitando nieve y raspando hielo (¿qué batería tienen los coches aquí que siempre arrancan a la primera?) y después de mover el coche al aparcamiento de una de las numerosas iglesias que pueblan mi ciudad de residencia, decidí volver al café de debajo de casa para desayunar una de las especialidades americanas, huevos fritos y salchichas. Andar por la calle es incluso más complicado que conducir, que se asemeja mucho a una partida en la play. Si vas por donde la nieve la ha sido pisada te puedes resbalar, pero si vas por donde no ha sido pisada te hundiras hasta las rodillas. Como sea, allí, desgustando mi café con dos gotas de leche observé a los currelas quitar la nieve a la americana, con excavadoras y trailers.

Cuando llegué a casa Paula ya se había despertado. Cómo tenía el día libre y Paula se subía por las paredes de tanto estan encerrada en casa, decidímos ir a comer a otro de los cafés que hay en la plaza. Pero no creáis que somos malos padres: a la una de la tarde ya hacía más calor, unos 15 bajo cero, y además la abrigamos a conciencia según se ve en la imagen adjunta:

Después de comer vuelta a casa, que a las cuatro anochece y bajan las temperaturas, y ver películas durante horas y horas para no subirse por las paredes.

Esto es Iowa.

3 comentarios:

Canichu, el espía del bar dijo...

cosas como ésta me hacen pensar cómo serían las cosas en las épocas de la conquista del oeste entre los siglos XVIII y XIX. Deben ser historias tremendas, no me refiero a las guerras con los indios o a la ley de frontera, sino a cosas como esta, con unos inviernos como estos hoy día, ¿qué barreras no superarían entonces con una tecnología bastante más retrasada? En el Museo Thyssen hay un par de salas con cuadros pintados por artistas norteamericanos del siglo XIX, y te muestran USA tal como la vieron cuando llegaron a esos sitios. Unos lugares espectaculares de naturaleza... debió ser algo irrepetible.

EL CHICO GRIS dijo...

Vaya frío, se os va a helar el culo. ¿Vienes por Navidad?

Mister Gutiérrez dijo...

Que va, mucha pasta y poco tiempo. Intentaremos ir a algún sitio por aquí a pasar la nochevieja.