La primera de las entrevistas, para dar soporte de UNIX, Linux o Solaris, resulta que era en Sun Microsystems, aunque a mi me convocaba otra empresa. Algo de Linux sé, pero un poco básico. Desgraciadamente el "o" del anuncio, debería ser " y sobre todo" y como de Solaris no sé nada, me rechazaron por no dar el perfil técnico. Una pena, porque el sitio era impresionante y podía haber aprendido bastante.
La segunda entrevista era con la empresa de trabajo y no con la empresa final, Sykes. Quedamos en que Sykes me llamaría para una segunda entrevista, aunque esto podía ser en una semana o tres. Así que, dada la incertidumbre, decidimos regresar a nuestra madrigera en Asturias hasta concretar la segunda entrevista y, hasta la hora de mi marcha, dediqué el tiempo a sembrar Glasgow de curriculums.
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Mientras tanto, en la piel de toro, nacía una nueva sobrina política, Paula cumplia dos años, y Dario iba a su primera revisión, en la cual comprobamos lo que sospechabamos, que se está poniendo como el muñeco de Michelin, y es que engordar 71 gramos al día no es normal.
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