La primera de las entrevistas, para dar soporte de UNIX, Linux o Solaris, resulta que era en Sun Microsystems, aunque a mi me convocaba otra empresa. Algo de Linux sé, pero un poco básico. Desgraciadamente el "o" del anuncio, debería ser " y sobre todo" y como de Solaris no sé nada, me rechazaron por no dar el perfil técnico. Una pena, porque el sitio era impresionante y podía haber aprendido bastante.
La segunda entrevista era con la empresa de trabajo y no con la empresa final, Sykes. Quedamos en que Sykes me llamaría para una segunda entrevista, aunque esto podía ser en una semana o tres. Así que, dada la incertidumbre, decidimos regresar a nuestra madrigera en Asturias hasta concretar la segunda entrevista y, hasta la hora de mi marcha, dediqué el tiempo a sembrar Glasgow de curriculums.
Para volver lo más económico era via Bruselas y Valladolid. En Bruselas, ya puestos aproveché para tomarme unas Jupiler y visitar a Anne Francoise, gran amiga y mejor persona, quien me aconsejo buscar curro por el barrio de la comisión europea, que literalmente llene de curriculums. Y resulta que Valladolid estaba de fiestas, eso y Viky hicieron que la espera del autobús fuera más amena.Mientras tanto, en la piel de toro, nacía una nueva sobrina política, Paula cumplia dos años, y Dario iba a su primera revisión, en la cual comprobamos lo que sospechabamos, que se está poniendo como el muñeco de Michelin, y es que engordar 71 gramos al día no es normal.
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