Hoy es Acción de Gracias en Estados Unidos. El cuarto jueves de cada noviembre los americanos conmemoran la primera comida de Acción de Gracias, en 1621, cuando los peregrinos celebraron el final de la primera cosecha junto a los indios Wampanoag, que les enseñaron a cultivar maíz y a pescar anguilas.
La amistad entre indios y puritanos no duraría mucho, y poco más de diez años después se llevaban a matar, literalmente. Sin embargo, la peor parte se la llevarían los nativos americanos, que a principios del siglo XX vieron su población mermada a poco más de 250.000.
Los 15.000 nativos muertos durante las guerras indias y los 4.000 que no sobrevivieron a la deportaciónes masivas tras la "Indian Removal Act" (limpieza étnica hoy en día) son sólo un 10% de los fallecidos. Hay que sumar los eliminados por el arma secreta de destrucción másiva europea, el sarampión.
Sin embargo no todo iban a ser malas noticias para los nativos americanos; gracias a los supremos sacrificios de sus ancestros, ahora, si logran esquivar la elevada tasa de alcoholismo y suicidios, pueden estudiar en la universidad gratis o pagar menos impuestos.
En fin, que los americanos, como gente de buen yantar, celebran este día comiendo. El menú típico consiste en pavo (o jamón asado) con puré de patatas, judías verdes y salsa de arándanos. De postre, tarta de calabaza.
No deja de ser curioso, sin embargo, escuchar en la radio pública, NPR, a José Andrés comentando que muchas de las recetas originales de Acción de Gracias se han perdido.
A parte de comer, los americanos pasan este día junto a su familia viendo el fútbol americano universitario. Así pueden evitar hablarse. No me deja de asombrar el ver a la gente comiendo en un restaurante sin hablarse; no se trata, como en España, de una acción social sino simple y llanamente de comer.
Tampoco deja de sorprenderme la afición a los deportes universitarios, al menos donde resido, mucho mayor que la que despierta el deporte profesional. Para ilustrar, el equipo de la Universidad de Nebraska, los Nebraska Huskers, juegan en el Memorial Stadium; un campo con capacidad para más de 80000 espectadores (sólo Real Madrid y Barcelona tienen campos mayores en España) que lleva desde 1962 agotando todas las entradas en todos los partidos, es decir, trescientos diecisiete partidos seguidos.
De hecho, este viernes juega la Universidad de Nebraska contra la Universidad de Iowa, en lo que se ha dado en llamar "Heroes game", un partido de gran rivalidad. Porque ellos pueden producir más toneladas de maíz o tener más ganado porcino pero cuando se habla de fútbol..., ahí entra el honor.
Yo, que trabajo en Iowa pero vivo en Nebraska, tendré el corazón dividido; así que prefiero no verlo. Eso y, sobre todo, que el fútbol americano me parece un deporte tremendamente aburrido.
De todas maneras, creo que no seré el único que no verá el partido. La festividad de Acción de Gracias termina con el Black Friday, un día de superrebajas. Las tiendas abren pronto, muy pronto, y cada vez más. Este año ya no abrirán a las cuatro de la mañana, sino en cuanto termine el jueves, literalmente. Obviamente, os podéis imaginar la alegría de los dependientes. Pero si lo hacen, supongo que es porque es rentable y la gente se apila en la puerta incluso antes de que abran, sea la hora que sea. De hecho hace unos años murió un dependiente del Walmart aplastado por la marabunta.
Espero haberos puesto al tanto de lo que es una celebración totalmente americana, Acción de gracias, que consiste en comer mucho, ver la tele e ir a gastar dinero. Puramente americano.
La amistad entre indios y puritanos no duraría mucho, y poco más de diez años después se llevaban a matar, literalmente. Sin embargo, la peor parte se la llevarían los nativos americanos, que a principios del siglo XX vieron su población mermada a poco más de 250.000.
Los 15.000 nativos muertos durante las guerras indias y los 4.000 que no sobrevivieron a la deportaciónes masivas tras la "Indian Removal Act" (limpieza étnica hoy en día) son sólo un 10% de los fallecidos. Hay que sumar los eliminados por el arma secreta de destrucción másiva europea, el sarampión.
Sin embargo no todo iban a ser malas noticias para los nativos americanos; gracias a los supremos sacrificios de sus ancestros, ahora, si logran esquivar la elevada tasa de alcoholismo y suicidios, pueden estudiar en la universidad gratis o pagar menos impuestos.
En fin, que los americanos, como gente de buen yantar, celebran este día comiendo. El menú típico consiste en pavo (o jamón asado) con puré de patatas, judías verdes y salsa de arándanos. De postre, tarta de calabaza.No deja de ser curioso, sin embargo, escuchar en la radio pública, NPR, a José Andrés comentando que muchas de las recetas originales de Acción de Gracias se han perdido.
A parte de comer, los americanos pasan este día junto a su familia viendo el fútbol americano universitario. Así pueden evitar hablarse. No me deja de asombrar el ver a la gente comiendo en un restaurante sin hablarse; no se trata, como en España, de una acción social sino simple y llanamente de comer.
Tampoco deja de sorprenderme la afición a los deportes universitarios, al menos donde resido, mucho mayor que la que despierta el deporte profesional. Para ilustrar, el equipo de la Universidad de Nebraska, los Nebraska Huskers, juegan en el Memorial Stadium; un campo con capacidad para más de 80000 espectadores (sólo Real Madrid y Barcelona tienen campos mayores en España) que lleva desde 1962 agotando todas las entradas en todos los partidos, es decir, trescientos diecisiete partidos seguidos.De hecho, este viernes juega la Universidad de Nebraska contra la Universidad de Iowa, en lo que se ha dado en llamar "Heroes game", un partido de gran rivalidad. Porque ellos pueden producir más toneladas de maíz o tener más ganado porcino pero cuando se habla de fútbol..., ahí entra el honor.
Yo, que trabajo en Iowa pero vivo en Nebraska, tendré el corazón dividido; así que prefiero no verlo. Eso y, sobre todo, que el fútbol americano me parece un deporte tremendamente aburrido.
De todas maneras, creo que no seré el único que no verá el partido. La festividad de Acción de Gracias termina con el Black Friday, un día de superrebajas. Las tiendas abren pronto, muy pronto, y cada vez más. Este año ya no abrirán a las cuatro de la mañana, sino en cuanto termine el jueves, literalmente. Obviamente, os podéis imaginar la alegría de los dependientes. Pero si lo hacen, supongo que es porque es rentable y la gente se apila en la puerta incluso antes de que abran, sea la hora que sea. De hecho hace unos años murió un dependiente del Walmart aplastado por la marabunta.
Espero haberos puesto al tanto de lo que es una celebración totalmente americana, Acción de gracias, que consiste en comer mucho, ver la tele e ir a gastar dinero. Puramente americano.
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