17 noviembre 2019

Playdates

     Acabo de dejar a Darío en una "playdate", ahora me parecen algo normal aunque analizadas fríamente no dejan de ser algo raro. Os voy a contar lo que son.


     Una de las mayores diferencias entre España y Estados Unidos es como socializan los niños. Si en España en cada barrio suele haber un parque donde los niños interactuan casi todas las tardes, en EEUU, por su urbanismo, casi no existe este espacio de socialización. Las calles aquí son para los coches, lo que explica que muchas no tengan ni aceras. Entonces, ¿cómo hacen los padres americanos para que los niños jueguen entre ellos? Pues hacen "playdates".   


     "Playdate", de "play", jugar, y "date", cita es, como su propio nombre indica, una cita para que los niños jueguen juntos. Como cualquier cita, tiene cero de espontaneidad o naturalidad, se acuerda con los otros niños un lugar y una hora, algunas incluso se acuerdan con semanas de antelación: "¿puede venir Darío a jugar con Bobby dentro de tres semanas?". Se queda en casa de uno de los niños, se deja al niño para que juegue con sus amigos, y se le recoge un par de horas después. Como en las citas de los adultos, existen multitud de páginas donde se dan consejos sobre el protocolo a seguir por huéspedes e invitados, como por ejemplo ajustarse estrictamente al horario o preparar actividades para que los niños no se aburran.

     Obviamente, de pequeños, también íbamos a casas de amigos, pero era algo más o menos espontáneo. O si quedo, por ejemplo, con mi querido amigo Palou, quedo para verle a él y ya, de paso, que jueguen las niñas, no quedo con él explícitamente para que nuestros hijos jueguen.


     Para mí las "playdates" son otro ejemplo de la artificialidad de las relaciones en EEUU. Todo está medido y controlado. Aquí, en la escuela de Darío se llegó a prohibir que los niños jugaran al pilla-pilla por si alguno se caía y se hacía daño y los padres denunciaban. De hecho en la secundaria ni siquiera hay recreo. Aquí, el urbanismo y la tremenda individualidad provoca un aislamiento social que se subsana de una manera artificial: "Playdates", Tinder... son todo respuestas a un mismo problema. En España llegas a una edad en la que tus amigos son los padres de los amigos de tus hijos porque existe la calle, ese espacio de socialización familiar, que a la vez es un elemento de cohesión dentro de un pueblo o un barrio. 

1 comentario:

Canichu, el espía del bar dijo...

Y eso es apendizaje para la vida adulta... El siglo XXI pinta raro.